Le contaba ayer el Jonathan, comparándonos con los Marín, que nosotros éramos medio tarados por no viajar por todos lados a la primera oportunidad o día festivo que teníamos.
Mi contestación fue dura y tajante: “No somos tarados Jonathan, sólo jodidos, nada más que jodidos".
Ahora estoy de fiesta en Morelia, en casa de mis padres, donde se me empieza a olvidar mi ex novia, pienso en lo que me dijo y aunque duela parece que siempre tuvo toda la razón. De vez en cuando se me escapa un mensaje o una llamada que intento cancelar sin éxito a ultimo momento, ya que su sentencia de muerte para la palabra pareja y nosotros, ha sido Descartiana: "clara y distinta". Pienso también en la filosofía de Descartes con la que muchas veces la logre enredar en mi verba matinal. "Si hubiese sido al revés, yo siempre la habría querido. Y para mí eso sería bastante aunque no suficiente... Pero ahora ya da lo mismo, da lo mismo si se regresa o se va.
(Los enlodados caminos de Juan sin tierra. .)
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